La historia de Estados Unidos ha sido un experimento en el ejercicio de la democracia desde hace más de 200 años. Las disyuntivas que enfrentó en sus primeros años siguen siendo abordadas y resueltas hoy: gobierno grande versus gobierno pequeño, derechos individuales versus derechos de grupo, capitalismo sin restricciones versus comercio y trabajo regulados, participación en el mundo versus aislacionismo. Las expectativas siempre han sido grandes para la democracia de este país y la realidad ha resultado a veces desalentadora. Sin embargo, la nación ha crecido y prosperado en un proceso continuo de adaptación y compromiso. El país hoy llamado Estados Unidos de América ("United States of America"), surgió a partir de la colonización británica de Norteamérica, protagonizada por inmigrantes británicos que fundaron por oleadas, entre los siglos XVII y XVIII Trece Colonias en la costa atlántica del subcontinente norteamericano, al Este de los Apalaches. Estas colonias estaban situadas entre las posesiones francesas del Québec y la Luisiana. Luego de un desarrollo más bien pacífico de los colonos, las guerras contra los franceses al norte obligaron la creación de cuerpos de ejército coloniales, una de las primeras expresiones de identidad nacional. Más tarde, y fomentados por las ideas de los enciclopedistas franceses, vinieron las sublevaciones como el Motín del Té en el puerto de Boston (1773). Las medidas represivas del gobierno inglés provocaron el inicio de la Guerra de Independencia. Los colonos formaron un ejército de milicianos que se pusieron bajo el mando de George Washington, quien tuvo problemas para equipar a sus hombres con armas y municiones, además de no disponer de una flota para combatir a la del imperio británico, así que pidió ayuda a Francia, país que salía recién de la Guerra de los Siete Años y que accedió a ayudar a las colonias británicas en su emancipación. La revolución estadounidense se inició con las tensiones de menor importancia entre la falta de representación política de los colonos norteaméricos en el parlamento británico y progresivamente se intensificó cuando Gran Bretaña aplicó impuestos a los colonos para saldar la deuda acumulada de la Guerra de los Siete Años. La revolución culminó con la Guerra de la Independencia que dio lugar a la proclamación de los Estados Unidos de América.
La principal causa de este conflicto fue el sentimiento de marginación por parte de los colonos, que aportaban riquezas e impuestos a la metrópoli, impuestos que se incrementaron a partir de 1765, año de imposición de la Ley del Timbre (Stamp Act), para sufragar los elevados gastos que a Inglaterra le había supuesto la Guerra de los Siete Años. Las colonias creían injusta su obligación de pagar impuestos a la metrópoli sin tener representación política en el parlamento de Londres. Esta situación hizo que desde mediados del siglo XVIII aumentara la creencia de que no hacía falta la fuerte dependencia de Inglaterra. Los colonos hicieron un llamamiento al gobierno británico para que permitiese que las colonias tuviesen una representación política en el parlamento, pero estas peticiones les fueron negadas en repetidas ocasiones. "Impuestos sin representación" (taxation without representation) se convirtió en el lema de los colonos insatisfechos. Pero en 1765, el gobierno inglés de Jorge III aumentó los impuestos, estableciendo primero un impuesto del timbre, sello que tenían que llevar los documentos jurídicos y que fue suprimido; y después un impuesto sobre el té, que acabaría desencadenando la revolución. Ambos impuestos habían sido promulgados sin consultar a las colonias e Inglaterra trató de mantenerlos haciendo uso de la fuerza. En 1773 se produjo en Boston, el denominado «Motín del Té», que provocó una escalada de las hostilidades entre los ingleses, que cerraron el puerto de la ciudad, y las colonias americanas cuyos representantes reunidos en Filadelfia Los colonos, considerando que ambos impuestos eran abusivos, se reunieron en el Congreso de Filadelfia y, tras proclamar la Declaración de derechos (1774), 1774 respaldaron a Boston frente a las exigencias de reparación inglesas. En 1775 comienza oficialmente la guerra de la Independencia. Los colonos organizaron a toda prisa las milicias civiles y se acordó nombrar a George Washington, un rico aristócrata y un ex teniente-coronel del ejército británico, como su líder. Washington controlaba una enorme cantidad de capital financiero y creía que había sido injustamente acusado por los británicos por fiascos en la guerra franco-india, que a su juicio no fueron culpa suya. En el puerto de Boston, un buque cargado de té fue saqueado por colonos disfrazados de pieles rojas. se declararon independientes (1776). Habían nacido los Estados Unidos de América. La Declaración de independencia, leída solemnemente en Filadelfia, constituye todavía hoy uno de los textos más innovadores y trascendentes de la historia contemporánea. En él quedaron proclamados los tres principios básicos que constituirían el lema de la Revolución francesa: «Libertad, igualdad y fraternidad». El desarrollo inicial fue claramente de dominio inglés, pero su curso cambiaría cuando tras la Batalla de Saratoga, primera gran victoria estadounidense, Francia y posteriormente España entrasen en guerra apoyando a los independentistas norteamericanos.
En 1783 por la Paz de Versalles, Inglaterra se ve obligada a reconocer la independencia de las 13 colonias británicas, tal y como éstas habían redactado en la famosa Declaración de Independencia de los Estados Unidos de 1776.
Una vez lograda la independencia, resultó muy complicado poner de acuerdo a todas las antiguas colonias sobre si seguían como estados independientes, o se reunían en una sola nación. Tras varios años de negociaciones, en 1787, 55 representantes de las antiguas colonias se reunieron en el Congreso de Filadelfia con el fin de redactar una constitución. Se creaba así un único gobierno federal, con un Presidente de la República
y dos Cámaras Legislativas (Congreso y Senado) como solución intermedia. Se redactó también la Constitución de 1787, y se llamó a las elecciones por las cuales George Washington fue elegido como el primer Presidente de los Estados Unidos bajo la nueva constitución.Esta constitución estaba inspirada en los principios de igualdad y libertad que defendían los ilustrados y se configuró como la primera carta magna que recogía los principios del liberalismo político, estableciendo un régimen republicano y democrático. La independencia y democracia estadounidense causó un notable impacto en la opinión y la política de Europa.
Como Estados Unidos, George Washington gobernó con un estilo federalista. Cuando los agricultores de Pensilvania se negaron a pagar un impuesto federal sobre el licor, Washington movilizó a un ejército de 15.000 hombres para sofocar la Rebelión del Whisky. Con Alexander Hamilton al frente de la Secretaría de Hacienda, el gobierno federal se hizo cargo de las deudas de cada estado y creó una banca nacional. Estas medidas fiscales fueron concebidas para alentar la inversión y persuadir a la iniciativa privada a que apoyara al nuevo gobierno.
Declaración de Independencia de los Estados Unidos | |
Declaración de Independencia | |
Creación | 4 de julio de 1776 |
Ubicación | Archivos Nacionales de EE. UU. |
Función | Declarar la independencia de Estados Unidos con respecto del Reino de Gran Bretaña |
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